Se acordó que las penas de cárcel irán desde los cinco años y un día a los 10 años en caso de situaciones complejas.
Se eleva el umbral de la pena más baja, un convenio que fue unánime, según indicó el senador UDI, Hernán Larraín.
Pasará a discusión en ambas Cámaras en los próximos días.
Algo más de un mes estuvo en comisión mixta el proyecto de ley que busca aumentar penas referidas al delito de manejo en estado de ebriedad causando lesiones gravísimas o con resultado de muerte, conocido como Ley Emilia, debido a las diferencias entre ambas Cámaras, pero este miércoles logró acuerdo.
Tres años y un día continúa siendo el piso, pero en este paso se acordó que las penas de cárcel irán desde los cinco años y un día a los 10 años en caso de situaciones complejas, como por ejemplo, el hecho que se abandone el lugar del accidente sin socorrer a la víctima o cuando el conductor ebrio esté acreditado con licencia profesional.
Es decir, se eleva el umbral de la pena más baja. Este convenio fue unánime, según indicó el senador UDI, Hernán Larraín.
"Se ha logrado un buen acuerdo, alcanzado por la unanimidad de los miembros de la comisión. Lo primero que se ha hecho es subir el techo, que pasa de tres años y un día a 10", explicó.
Añadió que "hay además ciertas hipótesis que, de todas maneras, el delito comienza con cinco años y un día que planteaba el proyecto original, porque la opinión unánime de los asesores penalistas fue que eso pudiera ser una posición equivocada dentro de la ley penal, tanto a nivel chileno como internacional".
Eso sí, fue considerado como un avance insuficiente para las familias de las últimas víctimas. Carolina Figueroa, la madre de la pequeña Emilia, dijo un tanto decepcionada que se legisla con desequilibrio.
"No hay una conciencia real, todavía, de que no se puede conducir en estado de ebriedad ni bajo la influencia del alcohol. Entonces, mientras eso no cambie, tampoco va a cambiar ni variar los logros en términos de legislación. Es un avance pero 'insuficiente' para nosotros", comentó.
Señaló que "nos parece que aquí hay un desequilibrio máximo que es que hay leyes que penalizan mucho más fuerte el daño a la propiedad pública, privada que a la vida, que es un daño irreparable".
Un llamado a seguir con la suma urgencia se le pide al Gobierno con este proyecto, para que la próxima semana pueda ser visto en ambas Cámaras y poder convertirse en ley, donde las penas efectivas se aseguran para quienes sean reincidentes del delito, para profesionales de la conducción y quienes abandonen sin prestar ayuda a las víctimas.
