La mujer fue identificada por familias querellantes como el nexo de las adopciones ilegales.
Cuestionario se realizó el pasado viernes en una casa de reposo de la comuna de San Bernardo.
El juez Carroza explicó que la causa judicial anterior contra la religiosa fue sobreseída.
El juez Mario Carroza interrogó, en calidad de inculpada, a la religiosa María Graciela Soto, quien es investigada como presunta responsable de adopciones irregulares registradas en las décadas el 70 y el 80 en el Hospital Barros Luco.
El ministro se trasladó en absoluta reserva el viernes pasado hasta una casa de reposo ubicada en la comuna de San Bernardo, donde la mujer de 93 años se encuentra para el cuidado de su salud.
La religiosa fue identificada por familias querellantes en el caso como nexo de las adopciones ilegales registradas en el recinto asistencial público ubicado en la comuna de San Miguel.
"Cuatro matrimonios y mamás identifican a esta religiosa como una de aquellas personas muy relevantes en lo que fueron los acontecimientos extraños que ellos vivieron y que les significó no ver nunca más a sus hijas e hijos", explicó el ex diputado UDI, Cristián Letelier, abogado querellante en la causa.
La mujer reconoció al ministro Carroza que no era la primera vez que era interrogada, ya que en el año 2003 había declarado ante el entonces 18° Juzgado del Crimen de Santiago, por similar tipo de acusaciones.
El juez Carroza explicó que "ella estaba postrada en cama, así que le consultamos lo que necesitábamos saber y de acuerdo a eso declaró y, por lo tanto, nosotros calificamos que la diligencia debió haber sido conveniente. Tendremos que revisar ese proceso para ver si es el mismo caso y ahí establecer cuál es la situación de ella, pero aclaró bastantes cosas".
El juez decidió interrogar a la monja, luego de recibir un informe del Servicio Médico Legal que descartó su demencia senil.
