El canciller Elías Jaua defendió la postura del gobierno ante organizaciones como la Unicef, Unesco y la FAO.
Esperan más sensibilidad sobre el racismo y xenofobia que se ha instalado en la sociedad de Venezuela.
Venezuela no pide ayuda internacional, explicó Jaua.
Venezuela comenzó una serie de presentaciones ante organismos y agencias de Naciones Unidas para denunciar la "corriente neofascista" de la oposición al gobierno del país.
El canciller venezolano, Elías Jaua, aseguró que "iremos a cada una de las instituciones" para que "cada día haya más sensibilidad sobre el carácter de la corriente neofascista, violenta, con altos niveles de intolerancia, racismo, xenofobia que lamentablemente se ha inoculado en la sociedad venezolana".
Jaua presentó sus descargos en París ante la Unesco, la Unicef, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), entre otros.
De acuerdo a la autoridad, ha habido "complicidad por acción u omisión de importantes líderes de la oposición" en los hechos violentos, señalando particularmente a Henrique Capriles.
La denuncia no conlleva la petición de una intervención extranjera, ya que "el Estado venezolano está en condiciones de garantizar esos derechos vulnerados y ha actuado para preservarlos con el uso proporcional, diferenciado y legal de la fuerza pública".
